El otro día tomé mi viejo celular y encontré nuestros mensajes, tan diferentes a los de ahora, de eso tiempos cuando no podía imaginar olvidar cargar con él, ni siquiera dejarlo en un cuarto diferente de la casa.
Fuimos como una casa chiquita que se dio vuelo, ya siento el tercer piso y aún así quieres terraza.
A todo nos acostumbramos de poco a poco, como a estar lejos uno del otro.
Me acuerdo cuando soñabas conmigo, hoy ni siquiera me lo cuentas y sé perfectamente que no estoy en ellos.
Pero, todo "bien y ¿Tú?"
